¡Incompetencia, Tulio, incompetencia!

Bajo el portalico del chabuco de la huerta, leyendo los papeles del día, el hortelano tuvo una visión. Fue como si alguien, de repente,  le hubiera infundido el don de la adivinación o de la clarividencia, como dicen que ocurrió cuando alguien vio caer una manzana del árbol y le bastó aquello para descubrir la ley de la gravedad, o como aquel enfurecido perseguidor de cristianos al caerse del caballo. Les aseguro que el hortelano no hizo nada por merecer el don  que le había sido revelado a la puerta del chabuco, aunque tuviera tan próximo  un manzano, que, ¡maldita sea!, tiene en tierra toda la cosecha. Ni tampoco estaba ebrio, a pesar de que siempre que menciona la palabra don, le viene a la memoria el “don de la ebriedad” de Claudio Rodriguez, mozalbete rural que con solo 18 años escribió uno de los versos más estupendos de la lírica española de todos los tiempos.

Es hora de decir en qué consistió la visión del hortelano. En solo un instante supo a ciencia cierta cómo se soluciona de raíz del problema de Extremadura, no un problema cualquiera, no, digo el problema de Extremadura.

Y ya estoy esperando la voz de Tulio recriminando la pedantería del hortelano. La solución se llama Juan Roig, el hombre de Mercadona, al que el hortelano conoció hace muchos años, y ya entonces hablaba como si también él hubiera sufrido un ataque de clarividencia. Si este hombre, digo, en lugar de Valencia hubiera puesto en marcha en Extremadura su fábrica de empresarios, se terminaron los problemas, los del paro y del escuálido desarrollo, y hasta nos solucionaría el complejo de inferioridad que aqueja a los extremeños.

La idea es muy sencilla y parece un sueño. Juan Roig debió decirse algo parecido a esto: montemos una Escuela superior para formar cada año un puñado de empresarios. Seremos rigurosos en la selección: jóvenes decididos y con talento. Toda la teoría económica estará enfocada a crear y hacer rentable una empresa. Una vez formados, para obtener el título se les exigirá presentar un proyecto de empresa. Un jurado experto determinará si el proyecto reúne todos los requisitos, desde la financiación a la comercialización. Quien obtenga al fin el título tendrá que defender el proyecto ante un tribunal. El tribunal elegirá un número determinado de proyectos cada año. De inmediato, los proyectos seleccionados se llevarán a la práctica, con aportaciones de capital del propio Roig. Les aseguro que allá donde el dueño de Mercadona ponga un euro, la empresa será cosa seria. Al cabo de unos años, nacerán empresas como hongos, es decir se creará trabajo productivo, no trabajo subvencionado. La solución, -y es aquí donde el hortelano tuvo la revelación-, es convencer a Juan Roig de que se venga a Extremadura. Extremadura es tierra virgen para hacer negocio. Tenemos talento, recursos, y una paciencia infinita para recoger los frutos.

– Mi querido amigo –dijo al fin Tulio- , te ofuscas con lo ajeno e infravaloras lo propio. En Extremadura ese modelo de emprendimiento no funcionaría y, además, algo parecido tenemos en Extremadura, y lo hacemos con dinero público, en lugar de privado, y en colaboración con la Universidad. Tenemos una Escuela de Emprendedores, ese fue el objetivo principal del presidente Monago en la pasada Legislatura, aunque le pusiera un nombre inglés y también una prioridad del presidente Vara. Lo acaba de decir en la inauguración de la Feria de la Alimentación…

-Amigo Tulio, no, rotundamente no. O no me explico o no me quieres entender. Borra de un plumazo ese remedo de escuela de emprendedores que no funciona ni funcionará en la vida. Borra de tu memoria toda esa farfulla demagógica que cuanto más promete más se achica el mundo de la empresa y del trabajo. De lo que me hablas no es más que un refugio de burócratas incompetentes que en su vida han creado un puesto de trabajo ni dirigido una empresa. Hablando de incompetentes, repara, Tulio, en este dato. Hace unos días dimitió el consejero de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio. ¡Ahí es nada! Este departamento de la Juntas es, con diferencia, el más importante o, al menos, el que goza de mayores oportunidades para el desarrollo y el bienestar de los extremeños. Tiene competencia sobre el Programa de Desarrollo Rural dotado con más de mil millones de euros y que es el proyecto clave de Extremadura para los próximos años. Si fracasa el llamado PDR -y no va por buen camino- sería la ruina de todos los pueblos de la región. De la gestión de este Departamento depende el futuro del principal yacimiento de empleo y de desarrollo industrial: el sector agroalimentario. Su titular ha de negociar en Bruselas y en Madrid. Es con diferencia el cargo más importante y trascendente de toda la administración extremeña, en un momento trascendental como es el de la puesta en práctica del PDR. Pues, bien, amigo Tulio, ¿a quién han nombrado para tan alta responsabilidad y competencia? Pues a una persona incompetente en la acepción más genuina de la Rae: persona que no tiene la capacidad suficiente para hacer cierta cosa, especialmente un trabajo, o para ocupar un determinado puesto. ¿Qué cómo lo sé? Muy sencillo, leyendo con atención su curriculum: concejal de su pueblo (un pueblo de 6.000 habitantes)  y haber gestionado la mancomunidad de una comarca, por cierto, una de las menor renta de Extremadura. ¡Bingo!

-Lo cual, no significa, amigo hortelano, que la persona nombrada sea necesariamente incompetente. No todo tiene que ser títulos, masters y otras lindezas. Con frecuencia, personas por la que nadie apostaba un duro, se revelan finalmente como dirigentes competentes. Además, olvidas decir que esa persona desempeñaba la secretaría general de la Consejería, bien es cierto que lo ha sido solo durante unos meses y a instancias del dimitido, alcalde del pueblo en el que la nueva titular ejercía de teniente de alcalde. Peor que un curriculum escaso como el que comentas, son otros curriculum que ocultan intereses bastardos.

-Es decir, ¡encomendemos al azar y a la providencia el futuro de los extremeños! ¿Es posible que en Extremadura no exista un mejor candidato: alguien con mejor formación, con experiencia en economía rural, en industria agroalimentaria, en la gestión de los asuntos europeos? Lo malo, amigo Tulio, es que el nombramiento de la titular de ese macro departamento no es un caso único. Estoy convencido que la política de nombramientos es una de las razones principales del atraso económico de Extremadura. Si encomendásemos a un tribunal experto que auditara desde el punto de vista técnico la idoneidad de los altos cargos de Extremadura, descubriríamos un panorama aterrador. ¿Recuerdas aquella campaña del paleto puesta en marcha por un señor consejero para atraer turismo a Extremadura? O la responsable de Música de la Junta, a la que hubo que explicarle quién era el músico extremeño más importante del Renacimiento. Así no hay quien remedie las cosas. Seguiremos en la cola del desarrollo mientras tu amiga, con una carrera técnica terminada, con un expediente brillante, seguirá fregando escaleras en la capital.

A punto ha estado el hortelano de llamar a alguno de sus amigos para que le ayuden a completar la nómina de cargos políticos incompetentes. Y me dirás que ocurre en todas partes; que en todas las Comunidades priman las miserias políticas más que la razón de la competencia, que los escalafones se nutren de la nomenclatura de los partidos. Y te recordaría el caso de aquella ministra que cuando le preguntamos al cabo de unos meses cómo se sentía en el ejercicio de su cargo, respondió que “encantada, estoy aprendiendo una burrada”. Efectivamente, en todas partes cuecen habas. En unas más que en otras. Pero no siempre fue así, porque en Extremadura en años más aciagos tuvimos unos cuantos hombres de la misma condición que Juan Roig. El primero y tal vez principal, José Fernandez López, que en solo unos años creo el Matadero Industrial de Mérida, Corchera Extremeña, o el de Manuel Díaz de Terán, de Zafra, que se inventó en Extremadura una fábrica de motores que se exportaban a todo el mundo, o el de Eusebio Gonzalez Martín, otro genio del escasísimos empresariado extremeño, que crearon cada uno de ellos miles de puestos de trabajo, aunque ninguno  nació en Extremadura: José Fernández, en Galicia, Díaz de Terán en Sevilla y Eusebio Gonzalez en Salamanca. Si esa estirpe no se hubiera extinguido, Extremadura sería hoy la California de España. Pero son nostalgias del pasado, y no es conveniente entregarse a la melancolía repasando la lista de los incompetentes que gobiernan la cosa pública de esta tierra.

-Insisto, no puedes llamar incompetentes de forma tan gratuita. Y no es cierto que la estirpe de los empresarios se haya terminado. Te olvidas o no quieres recordar que en Jerez de los Caballeros Alfonso Gallardo ha levantado un emporio industrial, y que allí mismo Ricardo Leal gobierna una multinacional de la bisutería, o que, a muy poca distancia, un amigo tuyo, Diego Hidalgo, ha puesto en marcha una Fundación para el desarrollo económico de la comarca en la que nació su padre, tú mismo amigo, Juan Antonio Gallardo, un industrial quesero con prestigio nacional, aunque dentro apenas le hagan caso. O tantos otros que han fundado cooperativas…

-No mientes la bicha, amigo Tulio, en casa del hortelano. Acabas de decir cooperativas y todavía sangran los papeles por la ruina de Acorex, cuando aún no se habían apagado los ecos de la otra hecatombe cooperativista de Extremadura: Caval. ¿Cómo es posible que la administración pública extremeña, a la que no se le escapa ni un pelo de cuanto ocurre en la región, no haya sido capaz de evitar la ruina de dos de las cooperativas de referencia? ¡Incompetencia, amigo Tulio, incompetencia! Y a punto ha estado de dar al traste con Caja Rural y desguazaron las dos Cajas de Ahorros, sin que nadie arqueara las cejas. Y mientras tanto gastan fortunas en enseñar a emprender a gentes que suspiran por una nómina o tienen, como la mayoría de los extremeños, vocación de funcionarios, y nombran para promover el desarrollo empresarial a personas que nunca/nunca gestionaron una cuenta de resultados. ¡Incompetencia, Tulio, incompetencia!

Cuando el hortelano terminó de leer el papel y de elucubrar un rato a propósito del dueño de Mercadona, cerró la puerta y se fue a la feria de su pueblo, y ¡mira por dónde! pegó la hebra con un paisano que vendía cervezas extremeñas, premiadas en cuantos certámenes se han presentado. El paisano le contó que uno de sus sobrinos, hijo de emigrantes, “hizo el erasmus” en Alemania, se aficionó al mundo cervecero, y allí, como el hortelano bajo el portalillo, tuvo una visión. Regresó a su pueblo, Zarza de Granadilla, se puso a cervecear y ahora la exporta a media Europa. ¡Competencia, Tulio, competencia! Y digo yo, ¿no podríamos llamar a Juan Roig para que nos ayude a montar en Extremadura una sucursal de su escuela de empresarios? ¿Qué dirían en Mérida, amigo Tulio? jjbb

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3 comentarios en “¡Incompetencia, Tulio, incompetencia!

  1. Quisiera comentar varias cosas, que se están barajando como soluciones de desarrollo para Extremadura:
    PRIMERA.- Lo de los Criaderos de Empresas: Pero¿ a alguien se le ocurre que poniendo en una Nave con una secretaria, Centralita, Fax, etc y unos Profesores que ni han sido empresarios ni han contratado a nadie en su vida, con eso, van a entrar los chavales por una puerta y van a salir hechos unos Alfonsos Gallardos?. ¡¡Qué ingenuidad¡¡
    Pienso que aunque lo haga el Sr. Roig, al que le puede venir bien como propaganda, lo primero es tener un producto o servicio y luego que las ventanillas de la Junta desaparezcan. No sirven para orientar. Solo sirven para poner trabas.
    SEGUNDA.- Lo de las Cooperativas en origen. Está demostrado que al final la mayoría de las cooperativas riñen y se disuelven. Es mejor fomentar un sector primario fuerte a base de empresas privadas, familiares, etc como base fundamental para que funcione una Industria Agroalimentaria Fuerte.
    Ejemplo clásico los Cebaderos de terneros: Casi todos los que se han creado en los pueblos han quebrado, solo funcionan los cebaderos que se encuentran cerca de los centros de consumo: Fuenlabrada, Ventas con Peña Aguilera, etc, los cuales pueden montar un pedido sobre una variación de la demanda en horas.
    TERCERA.- Un comentario positivo. Es de reconocer la amplia difusión del Programa de Incorporación de Jóvenes Agricultores que tiene encomendado ASAJA. Consiste en dar a fondo perdido 30.000 € a los jóvenes de menos de 40 años que cuenten con 44 cabezas y unas 70 Has propias o alquiladas. Es tal el éxito del Programa que no se encuentra una Ha libre en nuestra región. Y como consecuencia, dentro de unos años nuestra tierra será mucho más fuerte en el sector ganadero extensivo, además del importante bajón del paro y fomento de emprendedores. ¡¡Esto si que es un semillero de empresas¡¡

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    • Mi querido amigo, no todos los cooperativistas riñen. Si te fijas, riñen cuando la política se mete en las cooperativas. Pienso que las cooperativas son imprescindibles para el desarrollo de Extremadura. Pero, ante todo, agradecido por tus comentarios. Otra cosa, ésta más importante: el problema reside precisamente en convertir a Extremadura en tierra productora de materias primas para que otros las transformen fuera. Ni una tonelada de carne en vivo, ni un solo camión de productos agrícolas sin transformase en Extremadura. Debiera ser una consigna. Seguiremos hablando y polemizando. Abrazos.

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      • Me parece muy bien contactar con Juan Roig y darle todas las facilidades para montar una filial de emprendedores en nuestra región. Pero también con Amancio Ortega o Carlos March para que instalen grandes empresa agroindustriales. Extremadura sola no puede, nesesitamos lideres, modelos de gestión y empresas tractoras que arrastren una industria auxiliar.

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